19 de diciembre de 2010

Organización Mundial de Comercio de Carbono

La Jornada, México, 18 de diciembre 20

Silvia Ribeiro*

Este diciembre, Cancún fue el escenario de un costoso evento para beneficiar a las trasnacionales y gobiernos más contaminantes. Por los resultados y la dinámica antidemocrática, se podría pensar que fue una reunión de la Organización Mundial de Comercio (OMC), como la de 2003, donde el campesino coreano Lee Kyoung-Hae se inmoló para mostrar la injusticia que significan estos tratados. Pero fue una reunión del Convenio de Naciones Unidas sobre Cambio Climático, de facto convertido en una nueva Organización Mundial de Comercio de Carbono. Los muertos los sigue poniendo el Sur global.
Los países más contaminantes y sus grandes industrias –los que más han emitido gases de efecto invernadero y lucran enormemente con ellos, devastando el planeta de todos– consiguieron lo que se proponían y más: rompieron cualquier compromiso vinculante de reducir emisiones; no establecieron ninguna meta de reducciones; crearon un fondo climático que será administrado por el Banco Mundial; legalizaron nuevos mecanismos de mercado, incluidas las peores versiones de REDD (eufemísticamente llamado Reducción de Emisiones por Deforestación y Degradación de Bosques) que abre a una ola planetaria de privatización de bosques y expulsión de comunidades, además de ser un gran aliento a la especulación financiera. También lograron un comité de tecnología a su gusto, que eliminó las referencias a las barreras que constituyen las patentes para el Sur y da amplia participación a las trasnacionales y la industria para imponer sus tecnologías. Los derechos indígenas y campesinos, la participación de sociedad civil no comercial, son mencionados decorativamente, sin efecto real.

Si esto fue una negociación ¿qué recibió el Sur global por tanta concesión? La respuesta es sorprendente: nada. Sólo promesas vacías, sin valor jurídico, sobre movilizar fondos, reconocer la necesidad de reducir emisiones, abrir procesos, evaluar en futuros igualmente inciertos. Mientras los países históricamente más contaminantes no hacen ningún compromiso de reducción, ahora los países del Sur tienen que informar sobre sus reducciones. Eso no está mal, pero la injusticia es evidente.

O sea, lo que se plasmó en Cancún fue la voluntad irrestricta de Estados Unidos y la aplicación del espurio entendimiento de Copenhague, con esteroides: todo lo que querían los causantes de la crisis climática y nada para las víctimas.

Para entender mejor lo que pasó, hay que leer las comunicaciones oficiales al revés: donde dice consenso, léase desacuerdo, donde dice multilateralismo, léase negociaciones secretas entre algunos, donde dice reconocemos la necesidad de reducir las emisiones, léase los países del Norte no volveremos a firmar compromisos vinculantes de reducción, donde dice proteger los bosques léase privatizarlos, donde dice recuperamos la confianza, léase recuperamos los créditos que pagará el público y aumentamos las indulgencias de carbono, donde dice transferencia de tecnología, léase jamás evitarán el pago de patentes en la tecnología que venderemos al Sur, basada en sus recursos y subsidiada por ellos mismos, donde dice progreso leáse avance de mecanismos de mercado e inyección de optimismo al mercado financiero especulativo.

La lista es larga y falta que donde dice democracia y participación, debe leerse censura y represión, de lo cual varias redes de organizaciones por la justicia ambiental e indígenas presentes en Cancún pueden dar testimonio.

La presidencia de México en el Convenio se encargó de gestionar este resultado, con una dinámica igual a la de la OMC: llamando a grupos de delegados por separado, elegidos por la propia presidencia, a negociaciones ocultas, fragmentarias y nunca en pleno, manipulando debilidades y deseos, confrontando selectivamente a países o regiones entre sí, prometiendo quién sabe qué recursos. Finalmente presentó, tardíamente para no dar tiempo a consideración real en plenario –donde todos podrían ver todo–, un documento final no solicitado por los órganos del convenio y como reclamó Bolivia, con la opción tómelo o tómelo.

No se convocó al pleno para decidir sobre esta propuesta, sino a una reunión informal con la presidenta donde se puso a la mesa como paquete completo y cerrado. La presidencia mexicana destacó por hechos insólitos en Naciones Unidas: en lugar de aplacar la porra de aplaudidores que curiosamente tuvo acceso masivo a las reuniones finales –aunque todas las otras sesiones fueron fuertemente limitadas a los observadores–, la presidenta se sumó a los aplausos y expresiones de disgusto con posiciones discrepantes –solamente planteadas por Bolivia– algo totalmente fuera de lugar para la presidencia de una reunión multilateral. En la misma tónica, decidió unilateralmente que la objeción argumentada por Bolivia no necesitaba ser tomada en cuenta, arguyendo arbitrariamente que no era necesario el consenso para decidir, lo cual es una violación flagrante de las reglas del Convenio. Sería como afirmar, digamos, que se puede tener la presidencia sin ganar las elecciones.

Apelar a que no se necesita consenso, es paradójico en el caso de México, que estando solo en sus posiciones en el Protocolo de Cartagena sobre Bioseguridad, también de ONU, ha usado repetidamente el recurso de decidir por consenso, para impedir por ejemplo, acordar normas para etiquetar claramente los transgénicos. Allí igual que ahora, fue para defender los intereses de las trasnacionales y de Estados Unidos. Bolivia en cambio, defendió en Cancún con dignidad y valentía los intereses de los pueblos, expresados por más de 35 mil participantes en la Cumbre de los Pueblos sobre el Cambio Climático y los Derechos de la Madre Tierra realizada en Cochabamba. Los movimientos y organizaciones sociales lo saben y rendirse no está en la agenda.

*Investigadora del Grupo ETC

13 de diciembre de 2010

Una lectura de los resultados de Cancún

 - - Servicio Informativo "Alai-amlatina" - - -

Elizabeth Peredo Beltrán*

ALAI AMLATINA, 13/12/2010.- Para muchos el Acuerdo de Cancún es positivo, probablemente porque es mas fuerte la necesidad de mantener la idea de que “hubo algún resultado” que analizar verdaderamente el contenido y las consecuencias del mismo.

Para nosotros y nosotras, quienes nos identificamos con los postulados de la justicia climática y los contenidos del Acuerdo de los Pueblos, es un texto que en sencillas palabras mantiene la esencia del Entendimiento de Copenhagen dejando en la ambigüedad los aspectos más vitales de un acuerdo climático basado en la ciencia y la equidad que esté a la altura de las necesidades actuales que plantea la crisis del planeta.

El acuerdo no establece compromisos vinculantes, empodera al Banco Mundial abriendo la posibilidad de mayor privatización, endeudamiento y condicionalidades, establece fondos insuficientes para responder a los impactos del calentamiento global y sus medidas de adaptación y arriesga a la humanidad a una elevación de temperatura promedio por encima de los 2º.

Cuando la gente demandaba un acuerdo efectivo en Cancún, no hablaba de un acuerdo a cualquier costo. Esa no era la idea. Lejos de avanzar para responder con responsabilidad al cambio climático, se ha entregado abiertamente al “capitalismo salvaje” y sus instituciones la gestión de una crisis de grandes dimensiones que compromete la vida de millones de personas.

Aunque el resultado se postula como la salvación del multilateralismo, paradójicamente pone en vigencia el formato de “compromisos voluntarios” que es el “corazón” del Acuerdo de Copenhagen y arriesga a que en el futuro –como dijimos antes- los argumentos de la “urgencia” y la debacle del planeta ante el cambio climático justifiquen ya cualquier salida, mejor si autoritaria, mejor si mercantil, mejor si excluyente, mejor si sólo mantiene el statu quo de las élites. Es decir, adiós al multilateralismo.

La voluntad de miles de personas empeñadas en avanzar con la justicia climática, la justicia social y el equilibrio con la naturaleza fue burlada en un acuerdo pobre, que ni siquiera buscó clarificar los contenidos específicos de las metas de reducción y sin asegurar la vigencia del segundo período del Protocolo de Kyoto que tiene el mérito de establecer responsabilidades y compromisos diferenciados entre países desarrollados y en desarrollo.

En ese “clima” de engañoso consenso, las posiciones de principio, que reclamaron un acuerdo justo basado en la evidencia de la ciencia y en la necesidad de honrar la deuda climática acabaron siendo juzgadas como ¨radicales”. Ahora resulta que es “radical” respetar los principios de la Convención, que las responsabilidades históricas pasaron de moda, que la urgencia que demanda la ciencia es incongruente.

Mientras tanto la primera semana de la COP 16 el Foro Mundial de Vulnerabilidad lanzaba un informe que reporta que en 2010 al menos 350.000 personas han muerto por impacto directo del cambio climático y que en 2030 podríamos estar hablando de 1.000.000 de muertes en el mundo. Ya estamos hablando de un genocidio y no hay término más apropiado que éste pues esas muertes no son fruto de un castigo que cae del cielo, son fruto de la acumulación de emisiones de gases de efecto invernadero en la atmósfera desde principios de la era industrial, que se ha agudizado desde hace unas 4 décadas y que bajo la Convención y el Protocolo de Kyoto y los reportes científicos del IPCC tiene responsables con nombre y apellido. Nosotros exigimos a los gobiernos que digan la verdad, que expliquen a sus pueblos las consecuencias del cambio climático, las promesas de un futuro seguro no son suficientes, lo que cuenta ahora son los hechos y las medidas reales para parar esta destrucción.

Muchos ahora se rasgan las vestiduras afirmando que los que más contaminan hoy son los países emergentes, que para nosotros no son ningún modelo, y que en el futuro los mayores contaminadores serán los países en desarrollo y argumentan que eso quita vigencia a los acuerdos de NNUU sobre el clima. Pero es fácil ahora acusarlos sin mencionar la deuda histórica ni los negocios que las empresas de occidente hacen en esos países aprovechando las condiciones favorables a sus intereses y la mano de obra barata que existe en esos países. Son precisamente las profundas asimetrías y el uso de las leyes del capital como las de propiedad intelectual y las reglas de inversión las que han facilitado a estos países ubicarse a años luz en tecnologías y matrices energéticas de bajo carbono.

Eso es lo que está en juego en las negociaciones, pero se prefiere mostrar una cáscara frágil para mantener el adormecimiento y la cultura de la impunidad que nos consume.

Los impactos los viviremos con mayor vulnerabilidad en los países del sur y, como siempre, serán los pueblos los que van a poner el hombro, siempre lo hacen, así como en Europa los trabajadores están sufriendo los impactos del ajuste perdiendo sus derechos laborales, así como los estudiantes europeos ven cada vez menores sus posibilidades y derechos de educación, así como los inmigrantes estan sobrellevando la hostilidad, así como las mujeres cuidan de la vida, así como los pueblos indígenas defienden sus territorios, así como los miles de damnificados por las inundaciones y sequías están luchando por sobrevivir.

La solución está en los pueblos, y me atrevo a decir que la agenda propuesta por el Acuerdo de los Pueblos ha planteado una línea de trabajo fruto de una acumulación de luchas de experiencia y propuesta, es un espacio que con mayor legitimidad se atrevió a decir la verdad.


Nos queda hoy construir solidaridad para enfrentar la crisis y proteger a los más vulnerables, mantener la digna lucha por la justicia climática y terminar con la lógica de la impunidad.

 
*Elizabeth Peredo Beltrán es directora de la Fundación Solón, Bolivia.

Más información: http://alainet.org

12 de diciembre de 2010

Glaciar Ameghino: Greenpeace documentó nuevas evidencias del cambio climático en la Argentina

Buenos Aires, Argentina — La organización ambientalista Greenpeace dio a conocer hoy una nueva evidencia fotográfica que registra la retracción de los glaciares en la Argentina, producto del calentamiento global.

 La fotografía muestra el retroceso del glaciar Ameghino, ubicado en el Parque Nacional Los Glaciares en la provincia de Santa Cruz.
 
Leer el artículo completo en: 
http://www.greenpeace.org/argentina/prensa-rss/nuevas-evidencias-glaciar-ameghino

11 de diciembre de 2010

Bolivia condena la adopción del Acuerdo de Copenhage II

Diciembre 11, 2010
in Negociaciones cambio climático ONU

Comunicado de Prensa

Diciembre 11, 2010 (Cancún, Mexico).- El Estado Plurinacional de Bolivia cree que el texto de Cancún es una victoria vacía y falsa que fue impuesta sin consenso, y su costo será medible en vidas humanas. La historia juzgará severamente.


Solamente existe una manera de medir el éxito de un acuerdo climático, y esto se basa en que si es o no efectivo para las reducciones de emisiones para prevenir el cambio climático. Este texto claramente falla, pues permite elevar la temperatura global en más de 4 grados, a niveles desastrosos para la humanidad. Recientes reportes científicos muestran que 300.000 personas ya están muriendo cada año por los desastres relacionados con el cambio climático. Este texto amenaza con el aumento de muertes anuales a un millón. Eso es algo que nosotros nunca aceptaremos.

El año pasado el mundo reconoció que Copenhague fue un fracaso tanto en contenido como en proceso. Este año, una campana deliberada para reducir las expectativas y la desesperación por cualquier acuerdo ha dado lugar en substancia a lo que es el Copenhague II.

La llamada ‘victoria’ para el multilateralismo es realmente una victoria para las naciones ricas que intimidaron y forzaron a otras naciones a aceptar un acuerdo en sus términos. Las naciones más ricas no ofrecieron nada nuevo en reducción de emisiones o de financiación, y en lugar han buscado en dar marcha atrás a los compromisos existentes, e incluir todas las escapatorias posibles para disminuir su obligación de actuar.

Mientras que las naciones en vías de desarrollo – las que se enfrentan las peores consecuencias del cambio climático – abogaron la ambición, nos han ofrecido en lugar el “realismo” de gestos vacíos. Propuestas por parte de los países poderosos como los EE.UU. fueron tratadas como sacrosantas, mientras que las nuestras eran desechables. Los acuerdos fueron siempre a expensas de las víctimas, en lugar de los culpables del cambio climático. Cuando Bolivia dijo que no estaba de acuerdo con el texto en las últimas horas de conversaciones, la objeción fue rechazada. Un acuerdo en el que sólo los poderosos llegan a la victoria no es una negociación, es una imposición.

Bolivia llegó a Cancún con propuestas concretas que traen esperanza para el futuro. Estas propuestas fueron acordadas por 35.000 personas en una histórica Conferencia Mundial de los Pueblos de Cochabamba en abril de 2010. Estas buscan soluciones justas a la crisis climática y abordar sus causas profundas. En el año transcurrido desde Copenhague, estas propuestas se integraron en el texto de negociación de las partes, y sin embargo el texto de Cancún excluye sistemáticamente estas voces. No pueden convencer a Bolivia de abandonar sus principios o los de los pueblos que representamos. Vamos a seguir luchando junto a las comunidades afectadas en todo el mundo hasta lograr la justicia climática.

Bolivia ha participado en estas negociaciones de buena fe y la esperanza de que podamos lograr un acuerdo climático efectivo. Estábamos dispuestos a ceder en muchas cosas, salvo la vida de nuestro pueblo. Lamentablemente, eso es lo que las naciones más ricas del mundo esperan que hagamos. Los países pueden tratar de aislarnos de nuestra posición, pero hemos venido aquí en representación de los pueblos y movimientos sociales que quieren una acción real y eficaz para proteger el futuro de la humanidad y la Madre Tierra. Sentimos su apoyo como nuestro guía. La historia será el juez de lo que ha sucedido en Cancún.

9 de diciembre de 2010

Resumen de la situación actual

El Diario Tck

Carrera al Futuro: live.tcktcktck.org

No: 9, 8 de Diciembre de 2010

“La naturaleza no va a esperarnos mientras negociamos”. Comentó Ban Ki Moon, secretario general de la ONU en una rueda de prensa ayer. De hecho, la atmosfera está fuera de tiempo y no está abierta a negociaciones, acorde a lo que mencionó la presidenta de la COP16, que la sesión terminaría el viernes a las 6 de la tarde, afirmando que los negociadores y ministros no necesitan más tiempo para discutir, que solo necesitan el deseo para lograrlo.

La decisión final de los Japoneses frente a Kyoto se encuentra cubierta con una nube negra sobre las negociaciones. Es difícil imaginar que el país que dio vida al Protocolo de Kyoto ahora quiera terminar con el. Es el único tratado internacional  legal – vinculante en clima. Japón tiene que girar hacia una posición positiva.

El equipo de negociación de Estados Unidos agradecerá a Japón por quitarles importancia en estas sesiones. Pero Estados Unidos, está de vuelta con sus viejos trucos y bloqueando el progreso en diversos temas. Sabiendo que no han conseguido sus propias legislaciones internas y no tienen mucho que ofrecer aquí, podría pensarse que su acercamiento sería más constructivo.

 Canadá, Estados Unidos y Australia están bloqueando el establecimiento de un fondo para ayudar a países en desarrollo con la mitigación y adaptación. Necesitamos seguir con eso y asegurar que los países desarrollados, mínimo mantengan las promesas que hicieron el año pasado en Copenhague.
 
¿Qué está pasando?


Ban Ki Moon resaltó el hecho que el cambio climático afecta todo lo que hace la ONU – paz, seguridad, desarrollo y derechos humanos; mecanismos de prevención hacia el Desarrollo de las Metas del Milenio que amenazan los ecosistemas, la seguridad y estabilidad de los pobres y vulnerables. Al mismo tiempo, puntualizó que el cambio climático presenta también oportunidades irresistibles.

Dichas oportunidades se detallan en el reporte PEW acerca de los mercados de energía limpia, mostrando como Asia está dejando atrás a la Unión Europea y Estados Unidos.

La Directora Ejecutiva de TckTckTck, Kelly Rigg resaltó el reporte en el Huffington Post como  “Asia está ganando definitivamente la carrera del futuro de la regeneración de energía”.

Un llamado similar, hizo Christiana Figueres, Directora Ejecutiva de la UNFCCC quien puntualizó sobre la batalla entre los ganadores del sector privado y aquellos que se ven a si mismos como perdedores que están mucho mejor organizados, y financiados, y que ejercen mucho mayor presión a los gobiernos en un nivel ejecutivo y legislativo en Estados Unidos.

¿Es usted un ganador o un perdedor en la carrera del futuro?

Latinoamérica en la COP

 Brasil anuncia avances en negociación para extender Protocolo de Kioto:
http://noticias.terra.com.pe/calentamiento-global/brasil-anuncia-avances-en-negociacion-para-extender-protocolo-de-kioto,b29858be917cc210VgnVCM10000098f154d0RCRD.html

La lucha por el cambio climático y la búsqueda de soluciones es un problema político.

Rafael Correa, presidente de Ecuador sostiene que el cambio climático y la búsqueda de soluciones se han vuelto un tema político, ya que si lo países ricos fueran los afectados y lo pobres fueran los agentes contaminantes, se hubieran hecho acciones. 
Asociados en acción

Greenpeace hunde en el mar Caribe los edificios más emblemáticos del planeta, como muestra de que el fenómeno del cambio climático no discrimina entre países ricos o pobres y afecta por igual.
http://www.yucatan.com.mx/20101207/temas-254/cumbre-climatica-en-cancun.htm

Oxfam llamó a los ministros a tomar decisiones políticas antes de dejar Cancún, a fin de alcanzar un acuerdo justo sobre financiamiento en COP16.

http://www.latercera.com/noticia/mundo/2010/12/678-329267-9-llaman-a-ministros-a-tomar-decisiones-antes-de-dejar-conferencia-de-cambio.shtml
Mensaje del día

Los Ministros se encuentran frente a una elección entre un resultado ambicioso y el más bajo común denominador y pareciera que están tomando el camino fácil alrededor de temas espinosos utilizando lenguaje diluido. Deberían trazar un camino que entregue beneficios para la gente y la naturaleza que lucha diariamente con el cambio climático y lanzar acciones concretas como fondos e iniciativas que corten las emisiones y ayuden a las naciones pobres, y no empezar con nuevos procesos o grupos de trabajo que estén considerando alternativas hasta que estemos muy mal.

El deseo de encontrar el éxito pase lo que pase, no debe ser a expensas de la acción que se necesita actualmente para sobrevivir. El Protocolo de Kyoto necesita un futuro y el bosque necesita tratados impenetrables; la reducción de las emisiones de CO2 necesitan estar incluidos en el texto como parte de un plan de acción para que suban rápidamente, y un fondo climático justo que financie todo no puede faltar.

El mundo puede tener todo esto, pero Japón debe dejar ese comportamiento rígido estúpido hacia Kyoto,  La Unión Europea debe dejar de portarse como si no tuvieran nada que hacer frente a estas negociaciones. Estados Unidos, Canadá y Australia necesitan dejar de estar jugando alrededor del fondo climático. Todos pueden beneficiarse al mostrar liderazgo, al menos que quieran quebrantar sus propias economías, así como China e India pueden dominar el mercado de la energía limpia durante la próxima década, esperando $2.3 trillones de inversiones privadas en energía limpia.

Discurso de la República Bolivariana de Venezuela

DÉCIMA SEXTA CONFERENCIA DE LAS PARTES DE LA CONVENCIÓN MARCO DE NACIONES UNIDAS PARA CAMBIO CLIMÁTICO
SEXTA REUNIÓN DE LAS PARTES DEL PROTOCOLO DE KIOTO
EN LA PLENARIA DE APERTURA DEL SEGMENTO DE ALTO NIVEL DE LA 16 CONFERENCIA DE LAS PARTES DE LA CONVENCIÓN MARCO DE NACIONES UNIDAS PARA CAMBIO CLIMÁTICO Y LA 6TA REUNIÓN DE LAS PARTES DEL PROTOCOLO DE KIOTO

MARIA JACQUELINE MENDOZA
VICEMINISTRA PARA AMERICA LATINA Y EL CARIBE
ENVIADA ESPECIAL PRESIDENCIAL PARA CAMBIO CLIMÁTICO


Cancún, 09 de Diciembre 2010

Excelentísimo Señor Presidente de la República de México, Señora Presidenta, Ministros y Ministras, Estimados delegados, señoras y señores; queremos expresar nuestro agradecimiento al Gobierno de México por su hospitalidad y nos honra poder compartir con usted en este importante escenario.

Antes que nada, queremos agradecer las manifestaciones de solidaridad que hemos recibido, en un momento en que Venezuela se encuentra sumida en una tragedia climática que hasta hoy ha afectado a más de 90.000 personas, producto de inundaciones y deslaves causados por las intensas lluvias. El mismo fenómeno ha afectado a la hermana República de Colombia y a otros países de la región. Ante estos hechos solo podemos afirmar que todos somos vulnerables al cambio climático y que el mundo necesita un resultado positivo en Cancun. No podemos hacer de Cancún otro Copenhague.

Además de las responsabilidades historicas, ahora el mundo industrializado tiene una responsabilidad con los millones de desplazados y refugiados climaticos.

A principios de este año, ésta vulnerabilidad también se hizo evidente. Las fuertes sequías en Venezuela afectaron nuestra producción agrícola y comprometieron seriamente la generación hidroeléctrica de la cual depende el 72% de la energía que consumimos los Venezolanos. Historias como esta se han repetido en diferentes lugares del mundo en numerosas ocasiones, cada vez con mas frecuencia, y son apenas una de las manifestaciones del problema que hoy nos une en esta sala.

Estas tragedias no son producto del azar, sino consecuencia de los efectos dañinos del actual modelo de sobre-producción y consumo en exceso; el cual ignora los limites naturales del planeta y los procesos ecológicos que mantienen la vida, centrándose única y exclusivamente en el crecimiento económico.

Alternativamente, el modelo de desarrollo que colectivamente construimos en Venezuela, se centra en el bienestar de los ciudadanos y del medio ambiente. Nuestro país está haciendo denodados esfuerzos para Garantizar la sostenibilidad del medio ambiente, una de las metas del Milenio. Para ello, Venezuela ha iniciado acciones voluntarias para reducir la emisión de gases con efecto invernadero mediante:
1) la construcción de 8 sistemas de trenes para el transporte público masivo en varias ciudades del país.
2) La construcción de complejos hidroeléctricos que en 2012 aumentarán nuestra ya elevada capacidad de generación hidroeléctrica del actual 72% a 82%.
3)La sustitución de 70 millones de bombillos incandescentes por lámparas fluorescentes en todo el país, disminuyendo el consumo energético nacional en 5.000 Millones de Kilovatios-hora cada año.
4) Adicionalmente, Venezuela inicio en 2007 un programa comunitario de reforestación, que involucra a más de 27.000 personas, con una inversión enteramente nacional que supera los 50 millones de dólares, y que ha permitido sembrar 45 millones de árboles en tan solo 3 años al mismo tiempo que contribuimos a la reducción de la pobreza. 

En 2006 Venezuela construyó una red de 13 laboratorios de biotecnología para producir fertilizantes agrícolas a partir de microorganismos, evitando la emisión de óxidos de nitrógeno que degeneran la capa de ozono e incrementan el efecto invernadero. 

Finalmente queremos recordar que Venezuela cuenta con la mayor cobertura de Áreas Protegidas del planeta, que incluyen 16% en categorías de protección estricta de ecosistemas, y casi el 50% del territorio nacional cubierto por bosques, sabanas y humedales con diferentes grados de protección legal. Solo en 2009, 1,25 millones de hectáreas de los humedales del Delta del Orinoco, fueron incluidas en la Red de Reservas de Biosfera de la UNESCO, lo que demuestra el esfuerzo de Venezuela en la protección de ecosistemas importantes para la captura natural de carbono.

Queremos destacar que ninguna de estas acciones está basada en mecanismos de mercado. No creemos posible solucionar el problema del cambio climático a través de los mismos mecanismos que los han generado. La concepción mercantilista de la naturaleza nos vende falsas “soluciones verdes” que buscan privatizar el acceso a recursos como el agua y los bosques, para permitir que los países ricos evadan sus compromisos de reducción de emisiones, su responsabilidad histórica, y garantizar el beneficio económico de unos pocos.

Señor Presidente,

Es oportuno resaltar que uno de los logros más importantes de la comunidad de naciones ha sido la creación de nuestro sistema multilateral. Hace 18 anos, abordamos el tema de cambio climático de manera decidida con la creación de la Convención Marco sobre Cambio Climático logrando que 196 naciones se adhieran y cinco años más tarde, con un protocolo especifico en el marco de la Convención que hoy reúne a 191 naciones firmantes. Estoy segura que todos coincidimos en que este no es un logro desdeñable. 

Como todo lo humano, nada es perfecto. Sin embargo el delicado balance entre los intereses de las naciones, alcanzado en el Protocolo de Kioto, es fundamental para construir sobre bases firmes, una solución al problema del cambio climático. 

Por ello es indispensable darle continuidad a este esfuerzo a través de un segundo periodo de compromisos. Sin la continuidad del Protocolo de Kioto a través de un segundo periodo de compromisos, todos nuestros esfuerzos serán en vano y seguiremos viendo catástrofes climáticas como las que hoy aquejan a Venezuela, en todos los rincones del planeta.

Quiero cerrar mi intervención recordándoles que para nosotros, igual que para la enorme mayoría de los habitantes del mundo, la naturaleza es nuestro hogar y por ende tiene un valor muy grande, incalculable; pero no tiene precio y no está en venta!

8 de diciembre de 2010

La sombra del fracaso ronda la cumbre de Cancún

- - - Servicio Informativo "Alai-amlatina" - - -

Elvira Corona

ALAI AMLATINA, 08/12/2010.- A poco más de 48 horas del cierre oficial de la cumbre sobre cambio climático que se desarrolla en la ciudad de Cancún, México, encontrar un acuerdo entre las estados Partes está cada vez más lejos, y el tímido optimismo oficial del “Cancún Can” (Cancún puede) se puede convertir en un “Cancún-haguen”, con lo que se repetiría el fracaso de la cumbre danesa.
“No vamos a firmar ningún acuerdo”. Esta son las palabras más pronunciadas en Cancún. Por diferentes razones, muchas veces opuestas, pero la mayoría de los países reunidos en la Cumbre del Clima de la ONU parecen más de acuerdo en esto que en otro tema. Expertos climáticos indicaron que no se están produciendo los progresos mínimos sobre los compromisos del Protocolo de Kyoto en el que los países ricos, principales contaminantes, se habían comprometido a reducir las emisiones de gases. El Protocolo de Kyoto representa un tema prioritario en la cumbre, sobre todo para los países en desarrollo, que ven en este documento el único que tiene compromisos vinculantes. Y por otro lado no hay avances significativos en otros aspectos que se refieren a un acuerdo de largo plazo, porque si los países más contaminantes no se comprometen a un post-Kioto, otros acuerdos no tienen sentido. Es como un gato que se muerde la cola.

La impresión dominante entre los negociadores es que los estados Partes simplemente volverán a agregar sus opciones en los textos. Los delegados que asistieron al grupo de redacción sobre “variados enfoques a la mitigación, incluyendo mecanismos de mercado”, señalaron que están cerca de llegar a un punto muerto, y otro grupo de delegados que salían de las discusiones sobre tecnologías sostuvieron que estaban “frustrados”.

La preocupación es que el proceso se vea empantanado por “la actitud de que no se avanzará en ningún tema mientras no se avance sobre todos” y algunos ya están empezando a analizar los escenarios de los “planes b”. Algunos negociadores trabajan en estrategias para garantizar que si no se puede llegar a una decisión comprehensiva, al menos se pueda llegar a un acuerdo más simple para avanzar en la REDD+, que sirva como base para las actividades en curso en numerosos países en desarrollo.

En la inauguración del Segmento de Alto Nivel de la Cumbre la Secretaria Ejecutiva de la cumbre climática, Cristina Figueres, hizo hincapié en que las Partes se encuentran en una “etapa crucial” y les instó a hacer a un lado los intereses nacionales de corto plazo con el fin de “lograr que el proceso sea puesto nuevamente en marcha”. Instó a la “conciliación” en cuestiones clave y señaló que al no llegar a un consenso en Cancún se pone en peligro el bienestar de todos los países a largo plazo. Por su parte, el secretario general de las Naciones Unidas, Ban Ki-moon, subrayó que no es necesario lograr un acuerdo perfecto en Cancún, pero que es indispensable avanzar en todos los frentes. “Se pueden tomar decisiones importantes en temas de forestación, adaptación, tecnología y en la creación de un nuevo fondo para la financiación a largo plazo de asuntos climáticos”, dijo Ban. Recordó que la comunidad internacional todavía no está a la altura del desafío que el fenómeno presenta e indicó que la naturaleza no esperará a que terminen las negociaciones. “La estabilidad de la economía mundial, el bienestar de sus ciudadanos, la salud de nuestro planeta, todo esto y más depende de ustedes”, concluyó el Secretario General.

Por otro lado, este martes los movimientos sociales marcharon desde el centro de Cancún hacia la sede oficial de la Conferencia bajo los lemas "No a REDD" y "Sí a Cochabamba".Varios activistas sociales defendieron la agricultura campesina como mecanismo de enfriar el planeta, en igual sentido se expresó Karin Nansen, vicepresidenta de Amigos de la Tierra, quien dijo que "las propuestas deben salir de los pueblos. Rechazamos el comercio de carbono porque es la mercantilización de la naturaleza, que es en lo que se está avanzando en estos foros".

La Vía Campesina, la Red Indígena del Medio Ambiente, Amigos de la Tierra Internacional y representantes de gobiernos de los países de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA) condenaron las falsas soluciones y acuerdos secretos impulsados en las negociaciones. Llamaron a movilizaciones y acciones en todo el mundo para impulsar las soluciones a la crisis climática que se basen en los conocimientos indígenas tradicionales, en las prácticas de las comunidades, los derechos humanos y los derechos de la naturaleza.


“Si el incremento en la temperatura aceptado es de cuatro grados, como lo estamos viendo en las negociaciones ahora, vamos a ver morir a cientos de miles de personas. Cada año, 300.000 personas mueren en desastres naturales causados por el cambio climático. Esto crecerá a millones si no logramos aquí, un acuerdo real, en lugar de un Cancún-hagen”, afirmó Pablo Solón, embajador de Bolivia ante las Naciones Unidas.

Delegados indígenas presentes en la Cumbre sobre cambio climático plantean que los gobiernos incorporen algunos planteamientos de la Declaración Universal sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas en los textos finales de negociación. “Sin la incorporación de sus derechos, la cumbre será considerada un rotundo fracaso para la humanidad”, sostuvieron algunos representantes indígenas.


- Elvira Corona es periodista italiana.

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