9 de diciembre de 2010

Discurso de la República Bolivariana de Venezuela

DÉCIMA SEXTA CONFERENCIA DE LAS PARTES DE LA CONVENCIÓN MARCO DE NACIONES UNIDAS PARA CAMBIO CLIMÁTICO
SEXTA REUNIÓN DE LAS PARTES DEL PROTOCOLO DE KIOTO
EN LA PLENARIA DE APERTURA DEL SEGMENTO DE ALTO NIVEL DE LA 16 CONFERENCIA DE LAS PARTES DE LA CONVENCIÓN MARCO DE NACIONES UNIDAS PARA CAMBIO CLIMÁTICO Y LA 6TA REUNIÓN DE LAS PARTES DEL PROTOCOLO DE KIOTO

MARIA JACQUELINE MENDOZA
VICEMINISTRA PARA AMERICA LATINA Y EL CARIBE
ENVIADA ESPECIAL PRESIDENCIAL PARA CAMBIO CLIMÁTICO


Cancún, 09 de Diciembre 2010

Excelentísimo Señor Presidente de la República de México, Señora Presidenta, Ministros y Ministras, Estimados delegados, señoras y señores; queremos expresar nuestro agradecimiento al Gobierno de México por su hospitalidad y nos honra poder compartir con usted en este importante escenario.

Antes que nada, queremos agradecer las manifestaciones de solidaridad que hemos recibido, en un momento en que Venezuela se encuentra sumida en una tragedia climática que hasta hoy ha afectado a más de 90.000 personas, producto de inundaciones y deslaves causados por las intensas lluvias. El mismo fenómeno ha afectado a la hermana República de Colombia y a otros países de la región. Ante estos hechos solo podemos afirmar que todos somos vulnerables al cambio climático y que el mundo necesita un resultado positivo en Cancun. No podemos hacer de Cancún otro Copenhague.

Además de las responsabilidades historicas, ahora el mundo industrializado tiene una responsabilidad con los millones de desplazados y refugiados climaticos.

A principios de este año, ésta vulnerabilidad también se hizo evidente. Las fuertes sequías en Venezuela afectaron nuestra producción agrícola y comprometieron seriamente la generación hidroeléctrica de la cual depende el 72% de la energía que consumimos los Venezolanos. Historias como esta se han repetido en diferentes lugares del mundo en numerosas ocasiones, cada vez con mas frecuencia, y son apenas una de las manifestaciones del problema que hoy nos une en esta sala.

Estas tragedias no son producto del azar, sino consecuencia de los efectos dañinos del actual modelo de sobre-producción y consumo en exceso; el cual ignora los limites naturales del planeta y los procesos ecológicos que mantienen la vida, centrándose única y exclusivamente en el crecimiento económico.

Alternativamente, el modelo de desarrollo que colectivamente construimos en Venezuela, se centra en el bienestar de los ciudadanos y del medio ambiente. Nuestro país está haciendo denodados esfuerzos para Garantizar la sostenibilidad del medio ambiente, una de las metas del Milenio. Para ello, Venezuela ha iniciado acciones voluntarias para reducir la emisión de gases con efecto invernadero mediante:
1) la construcción de 8 sistemas de trenes para el transporte público masivo en varias ciudades del país.
2) La construcción de complejos hidroeléctricos que en 2012 aumentarán nuestra ya elevada capacidad de generación hidroeléctrica del actual 72% a 82%.
3)La sustitución de 70 millones de bombillos incandescentes por lámparas fluorescentes en todo el país, disminuyendo el consumo energético nacional en 5.000 Millones de Kilovatios-hora cada año.
4) Adicionalmente, Venezuela inicio en 2007 un programa comunitario de reforestación, que involucra a más de 27.000 personas, con una inversión enteramente nacional que supera los 50 millones de dólares, y que ha permitido sembrar 45 millones de árboles en tan solo 3 años al mismo tiempo que contribuimos a la reducción de la pobreza. 

En 2006 Venezuela construyó una red de 13 laboratorios de biotecnología para producir fertilizantes agrícolas a partir de microorganismos, evitando la emisión de óxidos de nitrógeno que degeneran la capa de ozono e incrementan el efecto invernadero. 

Finalmente queremos recordar que Venezuela cuenta con la mayor cobertura de Áreas Protegidas del planeta, que incluyen 16% en categorías de protección estricta de ecosistemas, y casi el 50% del territorio nacional cubierto por bosques, sabanas y humedales con diferentes grados de protección legal. Solo en 2009, 1,25 millones de hectáreas de los humedales del Delta del Orinoco, fueron incluidas en la Red de Reservas de Biosfera de la UNESCO, lo que demuestra el esfuerzo de Venezuela en la protección de ecosistemas importantes para la captura natural de carbono.

Queremos destacar que ninguna de estas acciones está basada en mecanismos de mercado. No creemos posible solucionar el problema del cambio climático a través de los mismos mecanismos que los han generado. La concepción mercantilista de la naturaleza nos vende falsas “soluciones verdes” que buscan privatizar el acceso a recursos como el agua y los bosques, para permitir que los países ricos evadan sus compromisos de reducción de emisiones, su responsabilidad histórica, y garantizar el beneficio económico de unos pocos.

Señor Presidente,

Es oportuno resaltar que uno de los logros más importantes de la comunidad de naciones ha sido la creación de nuestro sistema multilateral. Hace 18 anos, abordamos el tema de cambio climático de manera decidida con la creación de la Convención Marco sobre Cambio Climático logrando que 196 naciones se adhieran y cinco años más tarde, con un protocolo especifico en el marco de la Convención que hoy reúne a 191 naciones firmantes. Estoy segura que todos coincidimos en que este no es un logro desdeñable. 

Como todo lo humano, nada es perfecto. Sin embargo el delicado balance entre los intereses de las naciones, alcanzado en el Protocolo de Kioto, es fundamental para construir sobre bases firmes, una solución al problema del cambio climático. 

Por ello es indispensable darle continuidad a este esfuerzo a través de un segundo periodo de compromisos. Sin la continuidad del Protocolo de Kioto a través de un segundo periodo de compromisos, todos nuestros esfuerzos serán en vano y seguiremos viendo catástrofes climáticas como las que hoy aquejan a Venezuela, en todos los rincones del planeta.

Quiero cerrar mi intervención recordándoles que para nosotros, igual que para la enorme mayoría de los habitantes del mundo, la naturaleza es nuestro hogar y por ende tiene un valor muy grande, incalculable; pero no tiene precio y no está en venta!

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