5 de diciembre de 2009

FOROBA

Información de Prensa sobre Cambio Climático
 
El Foro del Buen Ayre -FOROBA- presentó ante la opinión pública las conclusiones de su Taller Nacional sobre Cambio Climático

El FOROBA, integrado por Organizaciones No Gubernamentales de Argentina y países limítrofes interesadas por el cambio climático, presento a las autoridades Nacionales, Provinciales, Municipales y a la  opinión pública en general, las conclusiones de su Taller Nacional sobre Cambio Climático. En el mismo se trató y aprobó la Agenda Local Climática sobre este trascendente tema ambiental como también el documento a ser presentado en la próxima Cumbre sobre Cambio Climático que se desarrollara en Copenhagen desde el 7 al 18 de este mes. En el mismo orden promovió la realización, por primera vez en Argentina del Taller Regional latinoamericano de la (CAN-LA) (1)

           La Agenda Nacional sobre el Cambio Climático esta compuesta por los siguientes documentos que tratan sobre, Glaciación y aguas, Bosques y Deforestación, Consumo, Educación, Vulnerabilidad y adaptación - Residuos Sólidos Urbanos, Biomasa, Combustibles y Desertificación.

SINTESIS DE LAS PROPUESTAS TEMATICAS AMBIENTALES y CLIMATICAS
a) El documento Glaciación y Aguas, trato sobre todos los tipos y condiciones que se conocen y aceptan sobre glaciares y su condición de fuente de agua purísima, muy escasa actualmente a nivel mundial y efectuó importantes recomendaciones al respecto a fin de preservar este valiosísimo patrimonio natural.

b) Respecto de los Bosques y la Deforestación a están siendo sometidos, el FOROBA reconoce como (tardío) avance, la sanción de la Ley de Presupuestas Mínimos de Protección ambiental de los Bosques Nativos, y exhorto a las autoridades competentes que agoten todos sus esfuerzos en alcanzar su activa implementación en todo el territorio nacional.

c) Sobre el modelo capitalista de consumo y producción, se considero como la principal causa de la degradación ambiental y del cambio climático, lo que implica la necesidad de cambios en el paradigma del consumo de toda la población mundial

d) En la misma línea y respecto de la Educación, el FOROBA propone consolidar un trabajo que promueva el diseño de estrategias y modos alternativos de intervención de los distintos agentes que participan en el Cambio Climático, sostiene que se hace indispensable unir prácticas, costumbres, conocimientos científicos y saberes populares.

e) Dada la situación crítica global y las graves fluctuaciones climáticas que advierten de la necesidad de actuar prontamente, se trato como tema preocupante la Vulnerabilidad y Adaptación de la sociedad ante  sucesos climáticos extremos y propusieron actualizar los sistemas de alerta temprana integrados en una red nacional, con fondos e insumos preventivos propios y rediseñar la infraestructura para las nuevas condiciones climáticas, por caso el cambio de recurrencia de inundaciones y reconocer derechos a los afectados por cambio climático como el establecimiento de la categoría de victima de cambio climático y refugiado climático.

f) Un tema de especial tratamiento fue el de los Residuos Sólidos Urbanos y la biomasa, concluyendo en la necesidad de minimizar el enterramiento mediante el reciclado, tratamiento de la fracción orgánica, mediante por ej.: biodigestores anaeróbicos, sin sujeción a que el sea económicamente rentable, sino que esta debe ser una acción en procura de soluciones ambientales sustentables y encaminar el mecanismo de producción limpia.

g  La problemática de los combustibles, en especial la promoción de los biocombustibles contiene un “contiene un debate sin saldar” sostienen desde el FOROBA, en razón de que implica en realidad la  explotación de recursos tales como agua, suelo y aire que la humanidad aplica actualmente para producir alimentos. La competencia entre el agrocombustible y la provisión de alimentos es esperable en disponibilidad y precio, condicionando el acceso a los alimentos de la mayoría de la población. .

h) Otro tema candente analizado por el FOROBA fue el de la Desertificación, un fenómeno creciente en el mundo y del que Argentina no esta eximida. “Las causas y los efectos del cambio climático y la desertificación se relacionan y ambas tienen un impacto directo en términos sociales, económicos y políticos ya que los procesos de cambio climático y de desertificación se influencian mutuamente” afirmaron quienes analizaron el tema.

           Dado que los problemas ambientales no reconocen fronteras políticas, el FOROBA dispuso la elevación de un documento, que refleja estos puntos a la próxima Convención sobre Cambio Climático, COP 15. Además realizo recomendaciones respecto a la posición que nuestro país debería promover en la COP 15 para destrabar las negociaciones, seriamente comprometidas por la actitud de los países centrales. El FOROBA ya había realizado un documento al respecto que fue censurado y no publicado por la Secretaria de Ambiente y Desarrollo Sustentable argentina, el marcaba una clara posición al respecto.

           En el mismo orden el FOROBA promovió y realizó en Buenos Aires un Taller Regional Latinoamericano, en el que se asumieron posturas semejantes a las argentinas, las que tambien serán elevadas a la COP 15. Además el FOROBA, en la persona de su Secretario Ejecutivo, Dr., Miguel Ángel Rementeria forma parte del Comité Reorganizador responsable de, en un año normalizar las actividades de CAN Latinoamericano.(1)

           Todas estas posiciones tienden a que los negociadores gubernamentales, elaboren una agenda clara y concreta sobre el Cambio Climático que involucre a los diversos sectores sociales interesados en la materia y que, de la misma Kurgan políticas públicas transversales que no se circunscriba sólo al área ambiental, sino no tambien a todas las actividades que influyen sobre la misma.

           Por su parte, el Dr. Miguel Ángel Rementeria, Secretario Ejecutivo del FOROBA, no dudo en afirmar que “el tratamiento que se da el fenómeno del Cambio Climático a nivel nacional e internacional es absolutamente inapropiado y se aleja de la búsqueda de soluciones al mismo “ razón por la cual agrego, “es necesario trabajar rápidamente para revertir este panorama que alarma a la humanidad “ y que para esto, “es sustancial el rol y responsabilidades de los Estados, que deben prestar especial atención al desinteresado y concreto aporte de la ciudadanía”, concluyó Rementería..

Prensa: INICIATIVA RADIAL
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011-15-6000-8634

Entrevistas  Dr. Miguel Ángel Rementería
Secretaría del Foro del Buen Ayre
02324 15500020
foroba@speedy.com.ar
NR: Acompañamos documento Taller Nacional sobre Cambio Climático
Por mayor información sobre el FOROBA consultar: www.foroba.org.ar
(1) Por mayor información sobre el CAN-LA consultar http://www.can-la.org

1 de diciembre de 2009

La naturaleza social del cambio climático

Julio C. Postigo1, CEPES, Perú
Grupo de Trabajo sobre Desarrollo Rural de ALOP

El CAMBIO CLIMÁTICO se define como la variación, estadísticamente significativa, de los promedios climáticos y/o de la variabilidad de sus propiedades sostenida por una década o más tiempo2. Si bien es cierto esta definición es ampliamente aceptada, las discrepancias se presentan en lo referido a la causalidad del cambio climático.

El Panel Intergubernamental del Cambio Climático (IPCC) sostiene que las causas del cambio climático son internas y externas, y que estas últimas pueden ser naturales o de origen humano. La Convención Marco sobre el Cambio Climático de las Naciones Unidas (UNCFCC) entiende el cambio climático como los cambios en el clima causados, directa o indirectamente, por la actividad humana que altera la composición atmosférica global y contribuye a la variabilidad climática natural percibida en periodos de tiempo comparables3. Es así que mientras el IPCC mantiene las causas en los ámbitos de la naturaleza y la sociedad, la UNCFCC las atribuye a perturbaciones humanas directas o indirectas. La importancia de la atribución de causalidad está en que indica las orientaciones de las acciones de mitigación y los aspectos sobre los que dichas acciones operarán.

El clima de la tierra muestra variaciones en cualquier escala temporal que sea analizada. Las variaciones que datan de más de tres centurias se atribuyen a procesos naturales, mientras que el cambio climático moderno—i.e. los últimos trescientos años— ha sido causado por la actividad humana, fundamentalmente por el incremento de la concentración de gases de efecto invernadero (GEI) debido al uso de combustibles fósiles. Más aún, el calentamiento de la parte final del siglo XX no tiene precedentes en los últimos 2000 años, y esto sólo se puede atribuir a la actividad de la sociedad humana4.

Es preciso, pues, analizar los últimos trescientos años de la actividad humana para entender los procesos que han llevado a nuestras actuales condiciones. La revolución industrial, ocurrida en la segunda mitad del siglo XVII, representa la transformación crucial para que las fuerzas productivas desaten sus capacidades y el hombre se vuelva capaz de realizar procesos productivos en cada vez menores unidades de tiempo5. De esta manera, se despierta una voracidad por los recursos que se encuentran en la naturaleza y que han de ser convertidos en mercancías para el creciente mercado mundial. Este es el génesis de una nueva, única e históricamente determinada, relación entre la naturaleza y la sociedad, donde ésta transforma aquélla con una lógica productiva cuyo objetivo es la incesante acumulación y la generación de ganancias.

La revolución industrial, en los orígenes del capitalismo, conlleva a un conjunto de transformaciones del planeta, entre las que podemos mencionar la explosión demográfica6, la urbanización7, la deforestación8, y cambios en el uso del suelo9, todos los cuales inician la creciente concentración de los GEI con los negativos impactos en la biodiversidad de diferentes biomas10. “Entre 1970 y 2004, las emisiones mundiales de CO2, CH4, N2O, HFCs, PFCs y SF6, medidas por su potencial de calentamiento mundial (PCM), se han incrementado en un 70% (24% entre 1990 y 2004)”11; en estos mismos periodos el CO2 se incrementó alrededor de 80% y 28% respectivamente y constituyó el 77% de las emisiones de GEI del 2004. En los 34 años arriba indicados, fue el sector de suministro de energía en el que más se incrementaron las emisiones directas de GEI (145%); transporte en 120%; industria en 65%; y usos del suelo, cambios de dichos usos y silvicultura en 40%. En las dos décadas entre el 1970 y el 1990, se incrementaron las emisiones directas de GEI de la agricultura y la construcción en 27% y 26% respectivamente12.

Los modelos y las simulaciones climáticas no sólo presentan incertidumbres significativas en las estimaciones de los cambios en variables como la temperatura y la precipitación y en el modelamiento de los efectos del cambio climático a escalas menores13, sino que es necesario incorporar, a nivel del funcionamiento de los modelos, tanto las interacciones entre la naturaleza y la sociedad—e.g., adaptación, retroalimentación— como el rol de otros factores además de las emisiones de GEI14. A nivel de Latinoamérica, la variabilidad climática y los eventos extremos—i.e., lluvias, inundaciones, sequías, granizadas—han venido afectando severamente la región en años recientes, y aunque dicha variabilidad no es nueva, sí lo son los avances tecnológicos en los pronósticos climáticos, que de ser incorporados y/o expandidos en la región mejorarían la calidad de la información climatológica, el monitoreo, la seguridad y bienestar de la población, especialmente si se considera que es probable que se intensifiquen la variabilidad climática y los eventos extremos. Los cambios en los patrones de precipitación—e.g., incremento de lluvias en el SE de Brasil, en las pampas argentinas y en Paraguay han afectados el uso del suelo, la producción agrícola, además de provocar mayores y más frecuentes inundaciones. Por otro lado, se registra la disminución de las lluvias en el sur del Perú y Chile, el SO argentino y Centroamérica occidental. La temperatura se ha elevado—1° en Meso y Sud América, 0.5° en Brasil—con el consecuente retiro de glaciares, lo cual es crítico en Ecuador, Perú, Bolivia y Colombia, donde ya se presenta escasez de agua sea para consumo o generación de energía. Se espera que esta tendencia se agudice en el futuro, con la posibilidad que la provisión de agua se haga crónica sino se llevan a cabo estrategias de adaptación apropiadas15.

Los cambios en el uso del suelo han llevado a la intensificación tanto de la explotación de los recursos naturales como de la degradación del suelo. La acción humana y el cambio climático producen efectos que en conjunto están provocando la acelerada pérdida de la cobertura natural del suelo; en los últimos 5 años la tasa de deforestación de los bosques tropicales se ha incrementado dramáticamente16.

El cambio climático es pues un proceso atmosférico de naturaleza socioeconómica; capitalismo y calentamiento global no pueden ni deben ser disociados, tanto para alcanzar una comprensión cabal del proceso como para saber en qué aspectos de la realidad hay que concentrar los esfuerzos para mitigar y adaptarnos al cambio global.

1 Investigador del Centro Peruano de Estudios Sociales (CEPES) y candidato a PhD. del departamento de Geografía y Medio Ambiente de la Universidad de Texas en Austin.
2 Solomon, S., D. Qin, M. Manning, Z. Chen, M. Marquis, K. B. Averyt, M. Tignor, y H. L. Miller. 2007. IPCC, 2007: Climate Change 2007: The Physical Science Basis. Contribution of Working Group I to the Fourth Assessment Report of the Intergovernmental Panel on Climate Change. Cambridge, UK; New York, NY, USA: Cambridge University Press.
3 Ibid.
4 Ibid. Mann, M. E. 2007. Climate Over the Past Two Millennia. Annual Review of Earth and Planetary Sciences 35 (1):111-136. Noble, I., J. Parikh, R. Watson, R. Howarth, R. J. klein, A. Abdelkader, y T. Forsyth. 2005. Climate Change. En Ecosystems and Human Well-being: Policy Responses, Volume 3, eds. K. Chopra, R. Leemans, P. Kumar y H. Simons, 373-400. Washington, Covelo, London: Island Press.
5 Hobsbawm, E. J. 1994. Las Revoluciones Burguesas. 8 ed. Barcelona: Guadarrama/ Punto Omega.
6 Demeny, P. 1990. Population. En The Earth as Transformed by Human Action. Global and Regional Changes in the Biosphere over the Past 300 Years, eds. B. L. Turner II, W. C. Clark, R. W. Kates, J. F. Richards, J. T. Mathews y W. B. Meyer, 41-54. Cambridge: Cambridge University Press.
7 Douglas, I. 1994. Human Settlements. En Changes in Land Use and Land Cover: A Global Perspective, eds. W. Meyer y B. L. Turner II, 149-169. Cambridge: Cambridge University Press.
8 Williams, M. 1990. Forests. En The Earth as Transformed by Human Action. Global and Regional Changes in the Biosphere over the Past 300 Years, eds. B. L. Turner II, W. C. Clark, R. W. Kates, J. F. Richards, J. T. Mathews y W. B. Meyer, 179-201. Cambridge: Cambridge University Press.
9 Liverman, D., B. Yarnal, y B. L. Turner II. 2003. The Human Dimensions of Global Change. En Geography in America at the Dawn of the 21st Century, eds. G. L. Gaile y C. J. Willmott, 267-282. Oxford: Oxford University Press.
10 Sala, O. E., F. S. Chapin Iii, J. J. Armesto, E. Berlow, J. Bloomfield, R. Dirzo, E. Huber-Sanwald, L. F. Huenneke, R. B. Jackson, A. Kinzig, R. Leemans, D. M. Lodge, H. A. Mooney, M. Oesterheld, N. L. Poff, M. T. Sykes, B. H. Walker, M. Walker, y D. H. Wall. 2000. Global Biodiversity Scenarios for the Year 2100. Science 287 (5459):1770. Körner, C., M. Ohsawa, E. Spehn, E. Berge, H. Bugmann, B. Groombridge, L. Hamilton, T. Hofer, J. Ives, N. Jodha, B. Messerli, J. Paratt, M. Price, M. Reasoner, A. Rodgers, J. Thonell, M. Yoshino, J. Baron, R. Barry, J. Blais, R. Bradley, R. Hofstede, V. Kapos, P. Leavitt, R. Monson, L. Nagy, D. Schindler, R. Vinebrooke, y T. Watanabe. 2005. Mountain Systems. En Ecosystems and Human Well-being: Current State and Trends, Volume 1, eds. R. Hassan, R. Scholes y N. Ash, 684-716. Washington, Covelo, London: Island Press. Magrin, G., C. Gay García, D. Cruz Choque, J. C. Giménez, A. R. Moreno, G. J. Nagy, C. Nobre, y A. Villamizar. 2007. Latin America. En Climate Change 2007: Impacts, Adaptation and Vulnerability. Contribution of Working Group II to the Fourth Assessment Peport of the Intergovermental Panel on Climate Change, eds. M. L. Parry, O. F. Canziani, J. P. Palutifok, P. J. van der Linden y C. E. Hanson, 581-615. Cambridge, UK: Cambridge University Press.
11 IPCC. 2007. Summary for Policymakers. En Climate Change 2007: Mitigation. Contribution of Working Group III to the Fourth Assessment Report of the Intergovernmental Panel on Climate Change, eds. B. Metz, O. Davidson, P. Bosch, R. Dave y L. Meyer, 851. Cambridge, UK; New York, NY, USA: Cambridge University Press.
12 Ibid.
13 Christensen, J. H., B. Hewitson, A. Busuioc, A. Chen, X. Gao, I. Held, R. Jones, R. K. Kolli, W.-T. Kwon, R. Laprise, V. Magaña Rueda, L. Mearns, C. G. Menéndez, J. Räisänen, A. Rinke, A. Sarr, y P. Whetton. 2007. Regional Climate Projections. En Climate Change 2007: The Physical Science Basis. Contribution of Working Group I to the Fourth Assessment Report of the Intergovernmental Panel on Climate Change, eds. S. Solomon, D. Qin, M. Manning, Z. Chen, M. Marquis, K. B. Averyt, M. Tignor y H. L. Miller, 847-940. Cambridge, UK; New York, NY, USA: Cambridge University Press.
14 Maletta, H., y E. Maletta. 2009. Climate change, agriculture and food security in Latin America and the Caribbean, 304. Buenos Aires / Madrid: Instituto de Investigación en Ciencias Sociales, Universidad del Salvador, Argentina, y Centro de Investigaciones Energéticas, Medioambientales y Tecnológicas, Spain.
15 Magrin, Gay García, Cruz Choque, Giménez, Moreno, Nagy, Nobre, y Villamizar. Latin America.

De cara a la Cumbre del clima en Copenhague

LA MITIGACIÓN Y LA ADAPTACIÓN SON UN PROBLEMA DE SUPERVIVENCIA HUMANA

Gacetilla de prensa
01/12/09

El secretario de Ambiente y Desarrollo Sustentable de la Nación, Homero M. Bibiloni, clausuró la primera jornada de la Plataforma Nacional para Contribuir al Esfuerzo Global de Mitigación y Adaptación al Cambio Climático organizada por la cartera ambiental y el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) realizado en un hotel céntrico de la ciudad de Buenos Aires. Para el funcionario, “la mitigación y la adaptación no es una cuestión semántica sino un problema de supervivencia humana”.
 
Ya hay evidencias -de acuerdo al Informe de Desarrollo Humano del PNUD- de que hacia finales de siglo, el cambio climático provocará 1800 millones de muertes por stress de agua y problemas de malnutrición, cerca de 332 millones de desplazados de las zonas costeras y 600 millones de personas se verán afectadas por caída de la productividad agrícola, entre otros efectos previstos. Y todos ellos tienen el mismo denominador común: perjudicarán en mayor grado a naciones con grandes índices de vulnerabilidad.
 
Argentina emite, según el Inventario de Gases de Efecto Invernadero del año 2000, 238 millones de toneladas de carbono, lo que representa menos del 1 por ciento global.
 
Ante este escenario Bibiloni hizo hincapié en la necesidad de que los países desarrollados definan la creación de un fondo para distribuir entre los países con menos recursos tendientes a implementar acciones de adaptación y mitigación en su territorio. Sin embargo, el funcionario enfatizó que “si no se habla de adaptación primero, nosotros no vamos a compartir los esfuerzos de mitigación” de países cuyos estándares de vida son muy altos y los responsables históricos de la concentración actual de gases en la atmósfera.
 
En este sentido, dijo que “hay que hablar de cuánto dinero está disponible, si es el 0,5 o el 1,5 por ciento del PBI de los desarrollados y qué porcentaje correspondería a la adaptación y cuánto a mitigación”. A ello se suma la reconversión tecnológica que requerirán dichos planes para modelos productivos bajos en carbono. Pero “no cualquier transferencia de tecnología es una panacea”, alertó el secretario al evaluar que ésta debe estar acompañada de capacitación y ser compatible con las necesidades de los países en aras de no generar mayor dependencia.
Hacia el cierre, el titular de la cartera avanzó sobre las responsabilidades comunes pero diferenciadas de todos los gobiernos en el aumento de la temperatura global, que al 2005 llegó a los 0,7 ºC desde la era preindustrial, tanto como sobre la generación de respuestas para revertir el fenómeno. “No se trata de socializar el esfuerzo planetario”, concluyó Bibiloni.
 
El PNUD brinda su apoyo a la Secretaría de Ambiente en la creación de una plataforma nacional para la generación y transferencia de conocimiento que permita posicionar la temática del cambio climático en el diseño de políticas y estrategias de desarrollo y que, al mismo tiempo, integre de manera transversal a todas las áreas de gobierno con incidencia en la temática.
 
En la apertura del encuentro, disertaron, además, la Dra Cecilia Ugaz, Representante Residente Adjunta del PNUD en Argentina, quien realizó un mapa de al situación socioambiental relativa al calentamiento global y una proyección a futuro de sus consecuencias.
Luego, el secretario de Medio Ambiente de la provincia de Mendoza, Guillermo Carmona explicó las políticas intersectoriales que se están llevando a cabo desde la administración mendocina para paliar los efectos, en especial, sobre el sector agrícola. A este respecto, se refirió el secretario de Agricultura, Ganadería Y Pesca, Lorenzo Basso, para quien debe existir una sinergia entre acciones de mitigación y adaptación en pos del desarrollo sustentable partiendo de capacidades y posibilidades locales. “Reducir las emisiones en la agricultura puede traer costos negativos en la productividad y pueden amenazar su competitividad internacional”, indicó Basso.
 
Tras esta disertación, la Dra. Ruth Ladenheim, de la Secretaría de Planeamiento y Políticas del Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva explicó los ejes estratégicos para el fomento de innovación tecnológica sobre los que trabaja el organismo señalado.