14 de diciembre de 2009

ÁFRICA ES LA GRAN VÍCTIMA!

Representantes africanos en Copenhague anuncian que su continente padecerá 150% más que el resto del planeta los estragos del cambio climático, pese a la indiferencia de las potencias.

Los representantes africanos en la conferencia de Copenhague sobre el clima son quienes mejor avizoran los devastadores efectos para su continente si no se llega a un acuerdo de mitigación para después de 2012.

Desde el comienzo de la 15 Conferencia de las Partes de la Convención Marco de la ONU sobre Cambio Climático el lunes, la delegación africana propuso objetivos ambiciosos, tomados de la reunión preparatoria realizada en noviembre en Barcelona.

Los representantes y delegados de los países procurarán fijar objetivos más drásticos en materia de reducción de emisiones de gases invernadero, causantes del recalentamiento planetario para los países en desarrollo y otros más para los no signatarios del Protocolo de Kioto, cuyas metas fueron establecidas hasta 2012.

El Protocolo, firmado en 1997 y en vigor desde 2005, obliga a los 37 países industriales que lo ratificaron a reducir sus emisiones para 2012 a volúmenes 5.2% inferiores a los de 1990.

“África reclama a las naciones industrializadas más de 5% al año, del producto interno bruto de cada uno por su deuda histórica y seguir causando daño”, dijo a la agencia IPS el presidente del Grupo de los 77 (G-77), países en desarrollo, Lumumba Di-Aping. “Hablamos de unos dos billones de dólares al año hasta 2050 para adaptación, mitigación y transferencia tecnológica”, precisó.

“No creemos que sea una gran suma de dinero, pues EU destinó 2.2 billones de dólares para salvar a Wall Street”, añadió, en alusión a la compra del paquete accionario de empresas privadas en dificultades a raíz de la crisis financiera iniciada el año pasado en ese país. Lumumba Di-Aping reclamó una considerable reducción de emisiones.

“Muchos países no quieren que las temperaturas aumenten más de 1.5 grados”, lamentó. Su posición prefigura la que planteó Tuvalu en una controvertida propuesta presentada antes del comienzo de la cumbre, que terminará el 18 de este mes.

Los países industrializados, así como Brasil, China, India y Sudáfrica, los que presentaron un documento conjunto, son reacios a considerar siquiera trabajar en ese contexto, y prefieren discutir medidas para mantener el recalentamiento global por debajo de dos grados.

“Pero el cambio climático golpeará a África 150% por encima del promedio mundial”, advirtió Lumumba. “Sufriremos los efectos de un aumento de tres grados o más, nos empujan hacia una injusticia. No aceptaremos que maten a nuestra gente”, aseguró al ser consultado por el tipo de respuestas que sus asombrosos reclamos recibirán del resto de los países.

El grupo africano asumió un gran desafío al llevar una posición en bloque a Copenhague. Además, será más difícil mantener la solidaridad del bloque integrado por el G-77 y China.

“Por ahora no se acordó nada”, dijo Bisi Tapere, negociadora de la delegación nigeriana, refiriéndose a una resolución conjunta. “A veces tenemos que aceptar el disenso, tendremos que ponernos de acuerdo”, añadió.

Las diversas necesidades de los países africanos no necesariamente ponen en peligro la unidad, ni siquiera para su país, el segundo exportador de crudo del continente que podría perder fondos por la reducción de emisiones de los combustibles fósiles, dijo la negociadora nigeriana.

“Si África está unida, al final será mejor para nosotros. Nigeria no tendrá que salir a luchar por su cuenta, peleamos de forma colectiva, como continente. Nuestra voz fue escuchada y lo será aún más, nos quedan duros golpes para dar”, añadió.

Las señales que aparecen a medida que avanzan las negociaciones son preocupantes. El rumor de una posible fisura en el grupo africano llevó a cancelar varias conferencias de prensa, lo que indica las dificultades que tienen para llegar a un acuerdo.

Los países africanos más pobres desecharon un documento danés con compromisos vinculantes para las economías emergentes que se había filtrado a la prensa el miércoles pasado y apoyaron con fuerza la propuesta de Tuvalu. Estados clave como China e India se negaron tan siquiera a considerarla.

En los pasillos de la conferencia danesa se presume ya que será muy difícil lograr un documento jurídicamente vinculante por las diferencias entre países industrializados y en desarrollo, en especial porque los primeros se niegan a firmar un protocolo como el de Kioto, que los obliga a reducir las emisiones hasta 2020 y 2050 con cantidades claras y definidas.

“Vamos a escuchar lo que tengan para decir y presentaremos nuestros argumentos. Pero si no va para ningún lado, no dudaremos en levantarnos y marcharnos”, dijo Lumumba, lo que ya hicieron en la conferencia climática de Barcelona.

¿Y qué pasa si nadie escucha lo que dice África?
“Muy simple, entonces sabremos por qué nos morimos”, respondió tras una pausa.

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